sábado, 16 de junio de 2007

La Felicidad. d[o.o]b



















Por qué nos preguntamos a veces "qué es la felicidad" Ese debe ser nuestro enfoque correcto? No somos felices. Si fuéramos felices, nuestro mundo sería totalmente diferente, nuestra cultura, nuestra civilización, serían total y radicalmente distintas. Somos seres humanos infelices, triviales, carentes de valor, peleadores, vanos, nos rodeamos de cosas inútiles, nos satisfacemos con ambiciones mezquinas, con el dinero y la posición social. Somos seres desdichados, aunque podamos poseer conocimientos, dinero, bienes materiales, muchos hijos, experiencia. Somos seres humanos tristes, amargados, y debido a que nos amargamos, es por que deseamos la felicidad; y así nos dejamos arrastrar por aquellos que nos prometen esa felicidad, social, económica o espiritual. Pero de que sirve, cuando estamos sufriendo, preguntarnos de qué nos sirve la felicidad ¿Podemos comprender el sufrimiento? Ése es nuestro problema, no cómo ser felices. Somos felices cuando no estamos sufriendo entonces tenemos que, comprender qué es el sufrimiento. Pero, ¿Podemos comprender qué es el sufrimiento cuando una parte de nuestra mente está escapando en la búsqueda de la felicidad, de una salida para la desdicha? Qué es lo que nosotros buscamos realmente, Especialmente en este mundo inquieto, donde todos tratan de encontrar alguna clase de paz, de felicidad, un refugio. Es importante, sin duda, averiguar qué es lo que intentamos buscar, qué es lo que intentamos descubrir. Probablemente, la mayoría de nosotros busca una cierta clase de felicidad, cierta clase de paz, un lugar quizás especial y mágico. En un mundo dominado por la confusión, las guerras, las disputas, las luchas, anhelamos un refugio donde pueda haber algo de paz. Creo que eso es lo que desea la mayoría de nosotros.
La mente y el pensamiento jamás pueden encontrar la felicidad. La felicidad no es, como lo es la sensación, una cosa que pueda perseguirse y encontrarse. La sensación podemos encontrarla una y otra vez, porque siempre la perdemos, pero la felicidad no puede ser encontrada. La felicidad que podamos recordar es tan sólo una sensación, una reacción a favor o en contra del presente. Lo que se ha terminado no es la felicidad, la experiencia de felicidad que se ha acabado es sensación, porque el recuerdo es pasado y el pasado es memoria y sensación. La felicidad no es sensación. Podemos recordarla pero no revivirla. La mente, con sus recuerdos y experiencias no puede ser feliz, el reconocimiento mismo impide el vivir el momento presente con toda la plenitud que necesita el ser feliz.
Algunos dirán que la felicidad consiste en obtener todo lo que deseamos. Uno desea un auto, lo obtiene y es feliz. Deseamos cosas, el logro, el éxito, y si lo conseguimos somos felices y si no las conseguimos somos desgraciados. Así, lo que muchos llaman felicidad es obtener lo que desean.
Buscamos la felicidad por medio de cosas, de pensamientos e ideas, a través de la relación. Por lo tanto, se vuelven sumamente importantes las cosas, la relación y las ideas, no la felicidad. Cuando buscamos la felicidad por medio de algo, ese algo adquiere un valor mayor que la felicidad misma.
Es el "yo", es el "ego", el que desea y quiere obtener las cosas. Es el "yo" el que disfruta, el que desea más felicidad, el que busca, el que anhela más felicidad, el que lucha, el que se vuelve cada vez más maduro, el que jamás quiere llegar a su fin.
Sólo cuando el "yo", en todas sus formas, llega a su fin, hay un estado de bienaventuranza que no es posible tratar de adquirir, un éxtasis, una verdadera alegría libre de todo sufrimiento, de toda corrupción.
Nuestro "yo" sólo es un recuerdo, un conjunto de pensamientos sin realidad objetiva. Esta felicidad no puede ser permanente -en el sentido con que usamos esa palabra-, pues está más allá al tiempo y al espacio. Pero nuestra mente está siempre buscando una felicidad que tenga permanencia, algo que perdure, que continúe, pero como decía Aristóteles, el hombre está en una constante búsqueda de la Felicidad y si la encuentra va a ser apenas un instante, un momento fugaz, que se va a acabar, por eso hay que disfrutar cada día lo más que se pueda, vivir cada momento y creo que todos estamos en busca de una felicidad y que esperamos encontrarla pronto, que sea definitiva y no temporal.
Si podemos comprender el proceso de la vida y explorar nuestro propio conocimiento, comprenderlos sin decir que es bueno o es malo, entonces surge una felicidad creadora que no es "tuya" ni "mía". Esa felicidad creadora es como la luz del Sol. Si deseamos conservar la luz del Sol para nosotros mismos, ese ya no será más el claro y cálido Sol dador de vida. De igual manera, si deseamos la felicidad porque estamos sufriendo, porque hemos perdido a alguien o porque no hemos tenido éxito, entonces eso es tan sólo una reacción. Pero cuando la mente puede ir más allá, encontramos que existe una felicidad que no pertenece a la mente, y que es el verdadero gozo, el auténtico júbilo.